Los problemas que afectan la espalda de un niño la mayoría de las veces se
deben a lesiones deportivas, juegos, caídas o algún desgaste inusual como el
que se produce por cargar una mochila pesada.
Si bien hacer ejercicio regularmente resulta beneficioso para todos los
niños, en algunos atletas jóvenes el entrenamiento intensivo puede provocar
lesiones por esfuerzo repetitivo acompañadas de dolor de espalda.
Además uno de los factores externos que puede influir en los dolores de
espalda en el niño y adolescente, es la mochila escolar (que a menudo va
excesivamente cargada y colgada de manera descompensada). Cuando usan
correctamente las mochilas pueden ser una buena forma de llevar los libros y
los utensilios escolares. Están diseñadas para distribuir el peso de la carga
entre algunos de los músculos más fuertes del cuerpo.
embargo, las mochilas que son demasiado pesadas o que se usan
incorrectamente pueden causar problemas a los niños y adolescentes. Las
mochilas que se usan indebidamente pueden lesionar los músculos y
articulaciones. Esto puede originar fuerte dolor de espalda, cuello y hombros,
así como problemas de actitud postural.
Algunos estudios de Resonancia Magnética de pie, con peso en mochilas,
demuestran que los niños con dolor lumbar inespecífico, tiene patrones
desequilibrados de reparto discal de la carga (es decir que el peso se reparte
de manera no equilibrada por los discos articulares intervertebrales).
Algunos consejos acerca de la mochila colgada de la espalda:
- Tirantes
anchos y acolchonados en los hombros: los tirantes estrechos pueden
incrustarse en los hombros. Esto puede causar dolor y dificultar la
circulación.
- Dos
tirantes para hombros: las mochilas con un solo tirante en el hombro que
atraviesa el cuerpo en diagonal no reparte equitativamente el peso. La
mochila debe llevarse a nivel de la cintura, repartiendo el peso
simétricamente sobre los hombros y pegada al cuerpo.
- Respaldo
acolchonado: un respaldo acolchonado protege contra bordes filosos de
objetos que estén dentro de la mochila y aumenta la comodidad.
- Mochila
ligera: la mochila en sí no debería agregar mucho peso a la carga, de
hecho se aconseja que no debe superar el 10% del niño.
- Mochila
con ruedas: este tipo de mochila puede ser una buena opción para
estudiantes que deban llevar una carga pesada.
Los datos disponibles
al respecto señalan que actualmente un tercio de los alumnos carga más del 30%
de su peso corporal en la mochila cuando va al colegio.
La mochila es la
mejor opción, siempre que su carga no supere el 10% del peso del niño, como ya
he comentado previamente.
Actualmente están de
moda las mochilas de carrito, que no siempre implica que no existan riesgos.
Hay que tener en cuenta que los riesgos de las mochilas de carrito son:
Habitualmente se cargan con más del 20-30%
del peso corporal ya que la percepción es que se puede cargar más peso ya que
el carrito facilita el transporte.
Se llevan con el hombro en extensión y
rotación desde casa hasta la escuela (salvando obstáculos por el camino) por lo
que reciben traumatismos leves repetitivos sobre esta articulación dañándola
más de la cuenta.
No pueden subir y bajar escaleras
arrastrándose, ya que se cargan los brazos en flexión (perjudicando el hombro y
columna vertebral).
La muñeca en su conjunto: tendones,
ligamentos y musculatura, se halla en constante esfuerzo por el peso que lleva,
por lo que puede producir lesiones por sobreesfuerzo.
Por tanto, debemos elegir la mochila que
se adapte mejor a las necesidades del niño y adolescente, tener en cuenta el
trayecto que debe recorrer de casa a a la escuela, la infraestructura de la
escuela y el peso que debe transportar diariamente, además debemos recordarles
cómo se debe transportar de la mejor manera para poder prevenir las sobrecargas
y sobreesfuerzos.
Realizar una actividad deportiva ayuda a trabajar la flexibilidad y fuerza
muscular de los más jóvenes, y por tanto se recomienda para la prevención de la
lumbalgia inespecífica.
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